8 de Abril de 2025
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Colección: INTERAMER
Número: 52
Año: 1996
Autor: Susana H. Haydu
Título: Alejandra Pizarnik: Evolución de un Lenguaje Poético

Cartas

Paris, 10 de diciembre de 1962

Queridísima Anita: ¿cuándo venís a París? Pero tal vez será mejor que no vengas pues en el museo Cluny ya han descubierto que alguien robó la tapicería de la Dama de la Licorne. Lo que podés hacer es venirte con anteojos oscuros.

Me fui del horrible empleo. Ahora busco otro. Se ruega considerar que enviar esta carta me privará de un almuerzo. Si la vez por azar a mi madre —no lo creo pero por las dudas— no se lo digas. ¿Que si me angustia el asunto? Sí y no. Mentalmente me siento libre y contenta pero digestivamente vacía y melancólica. No hablemos más del asunto: no es de pobres tratar de la pobreza.

Maurice N’— acaba de pedirme que prepare con él un número de Les Lettres Nouvelles dedicado a “La literatura fantástica en América Latina.” Confío en tus consejos. Decime todos los nombres de cuentistas que corran por tu cabecita rubia, no importa tanto la fama cuanto la calidad —como diría Ling-Ya-Tang. Si tenés un ejemplar de tu libro sobre la lit. Fant. envialo que será leído y releído. Contestame y no te permitas el ocio cuando se trate de moi...

No sé si anotaste los nombres de los críticos literarios franceses que creo importantes 9!): Jean-Pierre Richard (su ensayo —ya famoso— sobre Mallarmé fue su tesis de doctorado en la Sorb.)—(Editions du Seuil)— Se habla mucho también del método empleado por François Germain en L’imagination d’Alfred de Vigny (Editions Librairie José Carte). Otro libro: el de Weber (Gallimard) Ensayo sobre “la géneris de la obra poética”. (esencialmente psicoanalítico). Te recomiendo, también, el “Rimbaud par lui-même” d’Ives Bonfoy (Ed. du Seuil). Nada más por hoy.

Si sabés de un empleo en París avisáme. O si necesitan maravillosos traductores en la EUDEBA o consejeros o corresponsales decíme (siempre que sea seguro el pago). Así anda la poesía.

¿Estás contenta? ¿Cómo anda aquello? Portate bien y escribime.

Ah! Decime algo de lo que pensás sobre Juan Ramoncete Jiménez. O si tenés en conferencia impresa enviala (por barco). Lo estuve releyendo y atesoré(1) varias ideítas que te confiaré en la próxima.

Si no te veo en Año Nuevo te enviaré un cariñito mental. Haz lo propio.

Un gran abrazo de

Alejandra

Nota: Atención de Ana María Barrenechea


Hermosa amiguita Ana, quiero decir, distinguida amiga: ¡sonno iiiio! la tua Alejandra! En cuanto hollé delicadamente el suelo de la mother patria mi madre en particular dictaminó excesivas delgadeces lindantes con inminentes anemias. A causa de ello me llevaron a perder mi hermosa silueta a Miramar. Quiero decir: estuve en Bs. As. sólo un día: del 10 al 11 de febrero. Anteayer regresé por fin y me apresuro a darte señales del sentimiento tráxico de mi exigencia. Antes de partir te envié —allá por las gélidas navidades parisinas— un sobre grande, grande, con el mismo articuloncio que remito ahora. Supe por otras amargas experiencias que los carteros, ebrios de fois gras y de largos besos, anonadaron y desaparecieron buena parte de la correspondencia mundial. Y —agregó la fina poeta— como tengo muy mucho interés en que leas este —digamos— reportaje que le hice a nuestro queridísimo Julio, te lo envío tout de suite para que veas que a veces somos serios e inteligentes y sesudos y obedientes a lo que contiende día tras día para nuestro capote o debajo de nuestro capote, que no otra cosa dijo la infausta Concha Espina que Dios perdone le perdone sus pecadillos como nosotros nos perdonamos nuestros picadillos, día tras día. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxx(tachado por haber metido la pata).

Este —digamos— reportaje ha sido ya publicado en el suplemento literario de un diario de Venezuela, no recuerdo su nombre (podré averiguarlo), sólo recuerdo los dólares que me retribuyeron la atención lo cual me permitió comprarme obleas y maní con chocolate y dar varias vueltas en la calesita (sentada femeninamente de costado sobre un hermoso corcel de madera).

Espero que nos veamos pronto los respectivos rostros, tan interesantes por no decir más, que esto y mucho más se puede decir de entrambos. Quiero verte y contarte mi viaje por Españita y hablar de esto y de aquello. Entonces: o telefonearnos sin ambajes. Yo soy 28-6348 (de sobrenombre 28). Os llamo prontito, querida amiguita. Aurora y Julio insistieron reiteradamente en que te abrace de su parte de ambos dos. ¿Sabés que leí en Parigi? “La lozano andaluza”, editado en París (en español) hace unos años. El idioma es a veces delicioso pero lo encontré demasiado igual a los impúdicos italianos (Aretino, Baffo y demás sinvergüenzas de esa época que decían malas palabras por doquier sin fijarse si hay damas presentes). Bueno, estoy aún con extraños vértigos y me creo en el barco, en la mar amarga, aún me quedó el vaivén algo así como una bujía oscilando (lo cuál, según la cábala, viene a ser el Alma (que no otra es la representación que del Alma se da en el susodicho libro). Andá recordando, cara amiga, en dónde diablos puedo leer —quiero decir, releer— al místico “hereje” Miguel de Molinos —aunque fuere solamente la “Guía espiritual” pues ando en obsesiones xxxxxxx pensando en la poesía y en el silencio (interno, naturlich) y me gustaría releer lo que cuenta Mickey Molinos al respecto. Culta como siempre te saluda con un abrazo

Alejandra

Nota: Atención de Ana María Barrenechea.


Querida Anita:

Estoy en un café pensando en vos y en Susana. Como no tengo el carnet de direcciones te envío cartas para las dos. Te ruego hacérsela llegar a Susana.

Te rememoramos siempre con los Cortázar y los Octavio Paz. Me gustaría saber cómo van tus cosas (seguro que muy bien).

Yo ando mejor que nunca. Escribo, publico en las revistas de aquí y —lamentablemente— trabajo en sitios infames para ganarme el duro pan de cada noche.

A pesar de los amigos de aquí las extraño mucho a vos y a Susana. De allí que les escriba estas apresuradas líneas —sin mi estilo genial pues está por comenzar la función cinematográfica.

Te escribiré después y te contaré muchas cosas.

Un gran abrazo de tu amiguita

Alejandra

9, rue de Luynes

Paris 7é

Nota: Atención de Ana María Barrenechea


Buenos Aires, 1/V/69

Querida Monique:

Aunque mi silencio sea imperdonable, sé que habrás de perdonármelo. Estuve en New York (2 días en el YWCA y 17 en casa de unos amigos, en el West Village) y cada noche quería llamarte. En fin, tendría que ponerme a contar la abismal distancia que se me suele abrir entre el deseo y el acto. Es mi herida central y también, supongo, el lugar de donde manan los poemas (o uno de los lugares). New York me horrorizó; el Village apenas me hizo sonreir, y cuando tengas tiempo y ganas te ruego explicarme cómo es posible vivir en EE.UU. No fui a Harvard a ver a Yvonne ni a Iowa a verte a tí porque contaba los minutos que faltaban para huir de la Gran América. Por fin me fui a París, mi “patria secreta” (cierto París, naturalmente).

Muchas gracias por tu cariño por mis poemas (el habérselos dado a Robert Bly es un ejemplo). En cuanto a mandarme las traducciones, me temo que mi inglés no sea suficiente. Claro es que mis amigos anglófilos podrían ayudarme pero te tengo confianza (y soy muy desconfiada) y creo que no hace falta mi visto bueno. Ahora bien: si para tu tranquilidad, preferís enviarme las traducciones, entonces hacelo cómo y cuándo quieras.

A propósito de traducciones, he conocido y quedado en muy buenos términos con el Sr. José Castillo, del Center for Inter-American Relations, 680 Park Ave., New York, NY 10021. Él se ocupa de todo lo referente a la parte literaria. Cuando le di mi último librito manifestó su deseo de hacer traducir en revistas sus poemas. De modo que le interesaría mucho, imagino, relacionarse con vos y que tu envío de la revista de Bly con mis poemas sería una excelente oportunidad.

Me alegra muchísimo el interés que despierta en Bly y en Porrúa tu antología latinoamericana. Lo que me cuentas sobre Sánchez Pelaez —dale, por favor, mis saludos más afectuosos y mi enorme admiración— que se instalará en Iowa City me lleva a pensar que debe de ser un lugar especial. tal vez algún día vaya yo misma, a escribir y a visitar papelerías de lujo. Siempre que no tenga que leer poemas ni dar conferencias.

Me alegra, también, tu viaje a México. Te ruego saludar de mi parte a los Grandes, es decir: Leonora Carrington (a quien no conozco, hélas!), a mis amigos Ramón Xirau, Pedro Coronel y Mondragón, a mis admirados Homero Aridjis y Emilio Pacheco. Y si te aburres por no conocer gente grata y amable, andá a ver a mi amiga la cuentista Amparo Davila:

Río de la Plata 14-1

México 5, D.F.

Y si podés, mandame una postal con un pajarito de muy vivos colores. Un abrazo

Alejandra

Montevideo 980 - 7ºC
Buenos Aires

Nota: Atención de Monique Altschul


B.A., 20/II/70

Querido y admirado Rafael:

¡Qué linda carta la tuya! Inclusive el papel (perdón: sufro del complejo de Pensar) es magnífico (sabrás que soy une amoureuse de papier à écrire, una Gaspara para la Stampa de la estampa, una Louisse Labbé de las imprentas, una Mariana Alcaforado de los tipos (no confundir), una Sajo (no confundir) de todo aquello que sea papel, si bien tengo preferencias, ya justificadas, ya irracionales.)

Todo esto para disimular mi ansiedad o urgencia por decirte que tu carta me dió la profundísima alegría de sentirme comprendida del modo más sutil y, sobre todo, a fondo.

Los trabajos (tu humor en esa lista es delicioso) que me ofrecés son aceptados con gratitud y —salvo súbita posesión demoníaca— con la obvia seguridad de que (lo sabés) nunca te voy a defraudar. Puesto que además de necesitar —digamos biológicamente o para subsistir— un trabajo, a la vez quiero trabajar para los otros. Acaso escribir poemas provoque, entre muchas e indecibles cosas, la culpa por el amor solitario a las palabras.

Sea en el Museo de Arte Mod. o bien en el San Martín, puedo colaborar con gran fervor (aquí se lo necesita, ¿verdad?) y libertad y —vos lo sabés— con esto tan insobornable que, bueno o malo, me dejó siempre en un lugar de soledad no poco mortal. Parecería que me pondero. Rápido, pues: agrego que soy insoportable para( o con) casi todos (con vos o para vos, no).

Ando pensando en el S. Martín, un precioso espacio que no deja de estar, en parte, bastante muerto y que no sería difícil vivificar hasta que parezca una calesita o cualquier otro sortilegio  parecido que se mueva y emocione y no se olvide. Pero cuando vengas conversaremos. Me gusta el lenguaje exacto, le mot juste, las cosas correctas, terriblemente visibles y que se levantan como se levantan del papel las letras del poema de Quevedo que acabo de releer. Ergo: pensaré mejor cuando sepa qué hay, cómo es, de qué modo, cuánto, hasta dónde, etc, etc. El sueño, sí, pero dotado de las calidades del teorema. La metáfora sí, pero exacta: que no sea posible cambiar un “esto” es igual a “eso” —de modo que hay que formarlo como quien alza en la oscuridad una mano asida a un puñal. Son las 6 del alba Galana. Me voy a dormir. Te llamaré en la fecha que me indicás. Traé papeles de escribir lindos: aquí no se consiguen. Claro es que : EN LA LUCHA. Besos de tu amiga, tu

Alejandra

Nota: Atención de Rafael Squirru


Miramar, Viernes 6, 24 hs.

Ma Chère S., se te extraña aquí, si supieras cómo se te extraña aquí. Y muy en especial se piensa en tu “segundo” rostro —el que traté torpemente de describirte. Espero ser chez toi materia de nostalgia, si es que tenés tiempo y espacio libres para mí, ahora que andás por el lugar de las metamorfosis y de los descubrimientos.

Hoy cometí mi primer acto heroico. Fui a la playa. Pero no estoy tranquila, no estaré tranquila hasta que no escriba como yo deseo sobre lo que deseo y de la manera que deseo. Nada más estúpido que alentar estos deseos y no obstante son más fuertes que mi sentido erítico y mi sentido del humor. De todos modos escribo poco y mal. A causa de ello dibujo un poco, pour me réchauffer un peu, para invitar al Gran Silencio a posarse en mi memoria. Pero qué te estoy diciendo para mi capote! Decíme pronto si vendrás en Semana Santa pues en caso contrario no me interesa quedarme en Nachtua, quiero decir en Miramar. Envié sendas cartas a las Hamadas Olga e Yvonne de modo que si venís llamálas por si desean también venir.

Après les pluies et les rires et les saisons
et les fourrures et le soleil et notre sourire
il reste une chose inal-te-ra-ble:je t’aime beaucoup,
beaucoup, beaucoup,
d’ace?

Exhaustivos abrazos, querida amiguita, y más aún

Alejandra

Otra perita von Avila: “Peribañez o el Comendador de Ocaña” de Lope de Pera.

Hacer un bello caballerete renacentisco
mit die hand und mit die gregüeseos von
culotem de soie.

Nota: Atención de Sylvia Molloy