<<Biblioteca Digital del Portal<<INTERAMER<<Serie Cultural<<El Río de los Sueños: Aproximaciones Críticas a la Obra de Ana María Shua<<Fantasía y memoria como formas de subversión en la obra de Ana María Shua
Colección: INTERAMER
Número: 70
Año: 2001
Autor: Rhonda Dahl Buchanan, Editora
Título: El río de los sueños: Aproximaciones críticas a la obra de Ana María Shua
Fantasía y subversión
Ana María Shua ha escrito libros en muy diversos géneros: cuento, novela
y microficciones. Su producción oscila entre el humor, el realismo, la
memoria y la fantasía, pero su literatura fantástica, en particular en
el cuento brevísimo, género atípico y muy latinoamericano, ejemplifica,
precisamente, como lo fantástico no obedece las reglas de ningún género.
En La sueñera (Buenos Aires: Minotauro, 1984), por ejemplo, el sueño parecería
estar compuesto por inolvidables fragmentos de pesadillas, visiones y poemas.
Su lectura produce una nueva comprensión de la realidad y de las zonas
de lo imaginario. Así, su literatura fantástica ofrece territorios y espacios
para la subversión, el desorden y la ilegalidad usando el único código
posible: la imaginación y el lenguaje. Lo fantástico, en cualquier género,
tiene la opción o mejor dicho, el deseo, de actuar a través de lo que ha
sido culturalmente definido como prohibido y marginal. Es una forma de
resistencia, una refutación tanto como una aceptación de aquello que es
considerado real. También es parte de un mundo totalmente imaginario donde
se puede hablar de lo prohibido, donde el significado se puede disfrazar,
donde es posible romper con la estructura de la autoridad y el lenguaje
resulta constantemente renovado.
Así, los textos de La sueñera, tanto como los de Casa de geishas (Buenos
Aires: Sudamericana, 1992), tienen elementos de fantasía relacionados a
la experiencia cotidiana de las mujeres, y al mismo tiempo visiones casi
utópicas de nuevas realidades y componentes psicológicos inherentes a la
ciencia ficción. Estos elementos forman una unidad de textos subversivos
cuya gran magia e inspiración están fundadas en su capacidad de transgresión
y en la forma en que evaden cualquier forma de clasificación. A esas cualidades
se agregan las de extrema innovación y calidad poética.
El peculiar sentido de lo fántastico que despliega Shua en sus textos brevísimos
resulta una negación de todo lo que es estereotípico de América Latina.
En el desorden característico de las máscaras de carnaval, sus misteriosas
geishas (que no sólo no son japonesas sino que tal vez ni siquiera sean
mujeres) desafían el género del realismo mágico, ese término acuñado por
la crítica para definir el mundo mítico y mágico asociado con la presencia
de lo maravilloso en el continente americano. Así se produce una subversión
de códigos y estilos preestablecidos.