<<Biblioteca Digital del Portal<<INTERAMER<<Serie Cultural<<El Río de los Sueños: Aproximaciones Críticas a la Obra de Ana María Shua<<Entrevista con Ana María Shua: Rhonda Dahl Buchanan
Colección: INTERAMER
Número: 70
Año: 2001
Autor: Rhonda Dahl Buchanan, Editora
Título: El río de los sueños: Aproximaciones críticas a la obra de Ana María Shua
17. RB: ¿Se nota la presencia de la metaficción en tu tercera
colección de cuentos brevísimos, Botánica del caos (Buenos Aires: Sudamericana,
2000)? ¿Cuáles son los elementos unificadores entre estos microrrelatos?
AMS: El cuento brevísimo, por sus características como género, tiene ciertos tópicos. Uno de ellos es, por ejemplo, la recreación de cuentos populares, temas mitológicos o en general, de los lugares comunes de la cultura occidental. Al referirse a una historia que el lector ya conoce, no es necesario explicar quiénes son los personajes o cuál es el conflicto: eso es ideal para las exigencias de brevedad del género. Algo así pasa con la metaliteratura, que es otro tópico de las minificciones. La voltereta del lenguaje que permite salirse del argumento, (como un personaje de historieta que se trepa por el cuadro que lo contiene o que pincha con una aguja el globo en el que están escritas las palabras), permite resolver una situación en forma insólita y con máxima brevedad.
En cuanto a relación entre las minificciones de Botánica del caos, desde el punto de vista temático no hay ninguna. Como siempre, todas las clasificaciones son posibles y todas son arbitrarias. De hecho, los textos están agrupados en doce secciones en las que sí hay unidad temática. Creo que el conjunto apunta a configurar una imagen de este mundo extraño en el que vivimos, fragmentario, veloz, cambiante, inesperado. Un intento más de extraer un modesto cosmos personal del caos de la experiencia.
AMS: El cuento brevísimo, por sus características como género, tiene ciertos tópicos. Uno de ellos es, por ejemplo, la recreación de cuentos populares, temas mitológicos o en general, de los lugares comunes de la cultura occidental. Al referirse a una historia que el lector ya conoce, no es necesario explicar quiénes son los personajes o cuál es el conflicto: eso es ideal para las exigencias de brevedad del género. Algo así pasa con la metaliteratura, que es otro tópico de las minificciones. La voltereta del lenguaje que permite salirse del argumento, (como un personaje de historieta que se trepa por el cuadro que lo contiene o que pincha con una aguja el globo en el que están escritas las palabras), permite resolver una situación en forma insólita y con máxima brevedad.
En cuanto a relación entre las minificciones de Botánica del caos, desde el punto de vista temático no hay ninguna. Como siempre, todas las clasificaciones son posibles y todas son arbitrarias. De hecho, los textos están agrupados en doce secciones en las que sí hay unidad temática. Creo que el conjunto apunta a configurar una imagen de este mundo extraño en el que vivimos, fragmentario, veloz, cambiante, inesperado. Un intento más de extraer un modesto cosmos personal del caos de la experiencia.