<<Biblioteca Digital del Portal<<INTERAMER<<Serie Cultural<<El Río de los Sueños: Aproximaciones Críticas a la Obra de Ana María Shua<<Entrevista con Ana María Shua: Rhonda Dahl Buchanan
Colección: INTERAMER
Número: 70
Año: 2001
Autor: Rhonda Dahl Buchanan, Editora
Título: El río de los sueños: Aproximaciones críticas a la obra de Ana María Shua
31. RB: Cuando viniste a los Estados Unidos en 1995, hablaste
en la Universidad de Louisville sobre la situación de las escritoras argentinas
en el mundo literario. ¿Crees que las mujeres tienen las mismas oportunidades
que los hombre para publicar sus obras con tal de que sean de buena calidad?
AMS: No hay una respuesta única: depende del momento y del lugar. Hoy en los Estados Unidos, por ejemplo, hay una corriente que privilegia la literatura escrita por mujeres, como si fuera necesario compensarla de muchos años de indiferencia. Si sumamos esa orientación crítica al hecho de que los últimos best-sellers lationamericanos son de autoras mujeres, creo que hoy a una escritora lationamericana le resulta más fácil publicar en los Estados Unidos que a un hombre. En la Argentina todavía, en la mayoría de las editoriales, los lectores son hombres y prefieren publicar a otros hombres. No lo hacen como resultado de una postura machista, ni están en modo alguno en contra de las escritoras mujeres. Simplemente, sus redes de amistad son masculinas y a igualdad de méritos, se prefiere a un amigo. En la medida en que haya más mujeres en puestos de decisión en las editoriales, más escritoras podrán publicar sus obras. También en el ambiente literario, como en otros campos profesionales, las mujeres tenemos un “techo de cristal.” Para una mujer es mucho más fácil acceder a la venta que al prestigio. Parece haber un límite al reconocimiento de la calidad de la obra de un escritor que las mujeres todavía no han logrado traspasar. Silvina Ocampo, por ejemplo, no ocupa el lugar que merece en el panteón de nuestros próceres literarios. Novelistas de alta calidad, como Libertad Demitrópulos, son injustamente ignoradas.
AMS: No hay una respuesta única: depende del momento y del lugar. Hoy en los Estados Unidos, por ejemplo, hay una corriente que privilegia la literatura escrita por mujeres, como si fuera necesario compensarla de muchos años de indiferencia. Si sumamos esa orientación crítica al hecho de que los últimos best-sellers lationamericanos son de autoras mujeres, creo que hoy a una escritora lationamericana le resulta más fácil publicar en los Estados Unidos que a un hombre. En la Argentina todavía, en la mayoría de las editoriales, los lectores son hombres y prefieren publicar a otros hombres. No lo hacen como resultado de una postura machista, ni están en modo alguno en contra de las escritoras mujeres. Simplemente, sus redes de amistad son masculinas y a igualdad de méritos, se prefiere a un amigo. En la medida en que haya más mujeres en puestos de decisión en las editoriales, más escritoras podrán publicar sus obras. También en el ambiente literario, como en otros campos profesionales, las mujeres tenemos un “techo de cristal.” Para una mujer es mucho más fácil acceder a la venta que al prestigio. Parece haber un límite al reconocimiento de la calidad de la obra de un escritor que las mujeres todavía no han logrado traspasar. Silvina Ocampo, por ejemplo, no ocupa el lugar que merece en el panteón de nuestros próceres literarios. Novelistas de alta calidad, como Libertad Demitrópulos, son injustamente ignoradas.